Tengo una receta de postre de emergencia que funciona como sustituto al antojo del pastel de chocolate (con menos calorías), es deliciosa, se derrite en la boca, ¡y se hace en un par de minutos!
Primero, los ingredientes:
- Chocolate en tableta. Claro que puedes usar un chocolate muy fino y caro para repostería, pero te aseguro que con el que te voy a recomendar queda perfecto: de las tabletas para preparar un chocolate mexicano caliente o también llamado «chocolate para mesa» (abuelita, iberia, oaxaqueño, etc.).
Yo recomiendo específicamente del supermercado «vendepatrias» (por eso de las tarjetas monex en las elecciones presidenciales del 2012, ¿recuerdas cuál?.. Sí, Soriana jaja), pues ahí venden una tableta de marca propia de 200 gr. en tan sólo $12 (doce pesos), y sólo necesitas de 80 a 100 gr., que son entre 3 y 4 cuadros de la tableta. Lo recomiendo porque sabe bien y es muy barato, saca del apuro pues, pero me veo en la obligación de decirles que según un estudio de la PROFECO (Procuraduría Federal del Consumidor), esta tableta, según la norma, no está considerada como chocolate porque no tiene la cantidad suficiente de manteca de cacao y la suple con otras grasas vegetales, entre otras cosas, así que tómenlo en cuenta. Si quieren más información aquí les dejo la liga.
2. Una pizca de sal. Poca, sólo para potenciar el sabor dulce del chocolate. Pizquita.
3. Semillas y/o frutos secos. De calabaza, de girasol, de sésamo o ajonjolí, cacahuate, nuez, almendra, avellana (tan sólo con esta puedes hacer unas «trufas» tipo nutella), etcétera. Depende de tu gusto y presupuesto. Mi presupuesto no me da muchas opciones, y las que yo he hecho que más me han gustado y que totalmente recomiendo llevan 3 cucharadas de semillas de calabaza, 3 cucharadas de cacahuates y 2 cucharadas de ajonjolí.
4. Agua. De ser necesaria, de una a 3 cucharadas.
Procedimiento:
Pon el chocolate en el microondas por 10 segundos, sólo para que ablande, sin que se derrita por completo (el objetivo de ablandar el chocolate es que no esté más duro que las semillas, sino que tenga la misma consistencia o esté aún más blando).
En la licuadora (en el vaso chico si tienes, mejor) o en un procesador, pones el chocolate ablandado, la sal y las semillas.
Vas pulsando hasta lograr la textura que desees. Recuerda que si sigues moliendo las semillas se harán como una mantequilla (con el calor de las aspas), y entonces ya no serán trufas rápidas, si te pasas, al final de esta entrada te doy otras opciones. Lo mejor en este caso es molerlas pequeñas pero todavía que se distingan, probablemente quedará alguna completa o a medias.
Y si ves que la licuadora está batallando mucho o que no se ve una pasta que se pueda compactar, le agregas agua, por cucharada, generalmente no necesita más de 2 cucharadas. Y por último, sacas la pasta y se van haciendo bolitas con las manos, tienes que presionar para que se compacte y pegue bien todo el molido. Con esta cantidad de ingredientes salen aproximadamente 10 «trufas». Si les quieres dar un mejor acabado, las puedes revolcar en chocolate en polvo (tipo Quick o Chocomilk), en ajonjolí, en nuez molida, etcétera.
Además de rápidas y sabrosas, ¿por qué hacerlas?
El ingrediente principal de esta receta son las semillas y los frutos secos. Probablemente ya sepas de las cualidades nutritivas de las semillas y de los frutos secos, tienen vitaminas y minerales, fibra y son abundantes en grasas saludables, por lo mismo no debes abusar en la cantidad, sí son grasas buenas que ayudan a combatir a las grasas malas, pero recuerda que nada con exceso y todo con medida.
Los vegetarianos dicen que las semillas y los frutos secos se deben «activar» para obtener de ellos todos sus nutrientes, y para activarlas, se deben poner en remojo, en agua, por una noche, y listo, y de preferencia no calentarlas porque sus grasas se saturan con el calor y pierden sus cualidades benéficas. Por otro lado, los chefs dicen que las semillas y los frutos secos se deben tostar (en una sartén en la estufa, o en una charola en el horno o unos segundos en el microondas) hasta que puedas percibir su aroma, y así potenciarás todo su sabor. Además, una vez escuché de una cocinera de antaño, que los frutos secos no se remojan ni se tuestan, porque lo que se obtiene de ellas es su cremosidad. Así que si las usas tal cual como las compraste, o si las activas o si las tuestas, depende de tus preferencias.
Imagen de la izquierda: Crema o mantequilla para untar o usar como dip.
Imagen de la derecha: Trufas refrigeradas por varias horas
Además del aporte nutricional, las semillas le dan sabor y textura, depende de ti qué tanta textura quieras, como son grasa, si las mueles mucho se harán como «mantequilla», y entonces en lugar de trufas tendrás crema, que puedes usar para untar en pan o en frutas (plátano, fresa, manzana, pera…), o si quieres trufas, puedes poner bolitas o kisses con una cuchara en un plato, y refrigerar (o congelar, depende de la prisa que tengas) hasta que se puedan tomar con la mano del plato sin que se deformen.
Si no tienes chocolate o quieres variar el sabor, puedes usar mermelada del sabor que prefieras, unas 4 cucharadas, o queso crema, tan solo la cantidad necesaria para que se «peguen» bien las semillas.
También puedes hacer entradas o botanas saladas, eliges las semillas que prefieras y las mueles con queso crema y una pizca de sal, puedes agregar hierbas, cebolla, ajo, especias, y lo que tengas en tu refrigerador o alacena. Para darles una mejor presentación las puedes revolcar en ajonjolí, pimentón o perejil.
Espero que las prepares, de verdad que es muy fácil, muy rápido, muy sano (sin excesos), y muy sabroso.
Buscando trabajo... Cabrera 
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